Red Ferroviaria de Argentina
La red ferroviaria de Argentina es un conjunto organizado de vías férreas que comunica distintos lugares de este país. Llegó a tener una extensión máxima de 47 500 km de líneas férreas sencillas y dobles en 1957, aunque su crecimiento se había ralentizado décadas atrás en 1914, siendo su longitud de 38 411 km en el año 1940 y de 42 650 km en 1930. La clausura y desmantelamiento de varios ramales y el énfasis puesto en el transporte automotor fueron reduciéndola progresivamente hasta alcanzar el número ya mencionado. Posee cuatro trochas distintas (750 mm, 1000 mm, 1435 mm y la más abundante, 1676 mm) y conexiones con Paraguay, Bolivia, Chile, Brasil y Uruguay. En la actualidad, la extensión de la red ferroviaria de carga en operación es de casi 18 000 km y 967 km para la red de pasajeros del área metropolitana.
El desarrollo de la red fue fomentado en un primer momento por capitales argentinos, sumándose al poco tiempo británicos y franceses en forma preponderante. Relacionada su expansión en gran medida con el modelo económico agroexportador basado en la producción agrícola y ganadera de la región pampeana, es allí donde se concentra la mayor cantidad de tendido férreo. Sigue un esquema radial donde las líneas principales confluyen en la Ciudad de Buenos Aires.
El Estado tuvo también una importante participación en la expansión de la red ferroviaria mediante los llamados ferrocarriles de fomento, líneas que iban donde no resultaba rentable para las inversiones privadas. Buena parte de lo que posteriormente sería el Ferrocarril General Belgrano, el más extenso de la red, se construyó de este modo a cargo de la empresa Ferrocarriles del Estado.
Componentes de la Red
Desde la estatización de los ferrocarriles durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón se divide a la red ferroviaria argentina en seis grandes líneas agrupadas según su historia, trocha, recorrido y, luego de la privatización de Ferrocarriles Argentinos, operador privado.